Poesia de C. Afre Arevalo

Chiché el Municipio Amigo de la Paz
Título Ganado a nivel Nacional,
en Noviembre del 2,004
Declarado por El Comisión Presidencial de Derechos Humanos


Invité a la violencia
al concierto del amor,
ella respondió: no puedo asistir.


El trinar mañanero de pájaros,
el sublime susurro del viento,
el rítmico sonido del agua
y el sonido armonioso del bosque
solo invitan a la paz.


Las manos encallecidas del hombre,
la frente trabajadora de la mujer,
corazones abiertos de sentimiento.


De sentimiento chichelense,
en armonía con Dios,
en armonía con la humanidad,
que hoy canta a los cuatro vientos
en concierto de campanas, marimbas
y sones los albores de la vida.


Alborada de vida
en un nuevo amanecer de amor,
en un amanecer de hermandad
donde éste Chiché de mis amores
muestra con su gente al mundo:
que somos el municipio
“Amigo de la Paz”














EL ARBOL

Papá sembró un árbol,
era un árbol de pino,
un día patié la semilla,
papá me dijo: . . .
¿Por qué estás matando el árbol?
yo respondí
¿Cómo? – no está parado pues
–entonces papá replicó:
esa semilla permite que este
viejo pino al morir siga viviendo.



EL AZADON

Parado en la esquina esperandoel llamado del campesino está
el azadón,
como un centinela cuida
el sueño del dueñoque carga energías en pazpara madrugar y cultivar la tierra,
juntos van los dos, no se hablan,pero son inseparables al compartir.



EL ZOPILOTE

Como un vigilante incansable
el zopilote vuela alto,
busca su alimento, cuida de mi vida,
busca el equilibrio,
no solo en su vuelo estiloso,
sino también
en el equilibrio de la naturaleza,
es ecologista, planea seguro,
come lo que sea y vive en armonía.







LA LLUVIA

Cuando cae la lluvia en mi aldea,
las gotas vienen como perlas de cristal
que al pasar por los rayos del sol
una a una va cambiando de color
y en conjunto van formando colores
que dan un fondo a los ranchitos
de mi comunidad, al igual que los
nacimientos de navidad.




LA VIDA

Pasa, la vida pasa
la vida va al compás del tiempo,
del tiempo que no frena su caminar
recuerdos y suspiros van quedando
del tiempo que se ha ido,
detenerlo quisiera, pero cada día,
es un día más vivido y solo quedan
recuerdos de los momentos que se han ido,
por eso vive y vive hoy,
¡ mañana. . . . Dios dirá!




TRISTEZA

De la frente de los hombres corrían gotas de sudor
la piocha picaba la tierra, no con fuerza de trabajo
sino con sentimiento de tristeza.
Lágrimas salían de sus ojos,
y aquel sol quemaba sus espaldas,
el sol no se sentía, no había lugar
para el ardiente sol.






EL HORMIGO

En la montaña hay un árbol grande y frondoso,
el campesino lo taló,su madera pulió,la madera salió morenacomo el color de mi genteformó un conjunto de trocitosy con ellos construyó un teclado,tecla a tecla emite un sonido,sonido de nota musical,teclas que al unirse hacen conjunto
conjunto que forma la marimba,de donde emergen sonidos maravillosos
con sabor a pueblo, con sabor a son,
sentimiento nacional que canta su canción.




EL DESCANSO

La neblina gris cubre la montaña
todo parece entre nublado,
el pájaro ha cesado su canto,
es hora de dormir, la tarde ha caído,
el sol se ha escondido,
solo un guardabarranca
acompaña la música del son,
que suena en el radio del campesino,
que regresa al rancho con el tercio
de leña a la espalda.













LA ZARABANDA

Ya está tronando la zarabanda,
los sones de mi pueblo se escuchan
con alegría en esta tierra mía,
sonido de son que replica su canción.

El cofrade prepara comida típica,
acompañada esta de trajes vistosos
y sonido de marimba, la fiesta arranca.

¡Ya se rompió la zarabanda!
el Pedro y la María bailan
al compás del son,
entre sus pies llevan pino,
pino oloroso a fiesta de pueblo.

Las jícaras de atol con suchil
se pasean por el salón de baile
dando la bienvenida a la
fiesta costumbrista
se oyen gritos y risas. . .
¡Mi pueblo está de fiesta!

LA LLUVIA Y EL SON

Caída de lluvia al final de la tarde,caída de lluvia al entrar la noche, a lo lejos un radio
toca música de son,se escucha el llorado
de una chirimía,suena el llanto de la marimba,
sus lágrimas son las gotas de agua que el cielo envía.
Mi pensamiento se entristecemi corazón emite
un suspiro de amor,al recordar a ese ser
que me abandono,a ese ser querido que se adelantó
al viaje sin retorno,a ese ser amado que hoy goza
de la presencia de Dios.
Así es la lluvia y el son
a veces nos alegran
y a veces nos ponen tristes.


LA TAPIZCA

Llegó la tapizca del maíz,
allá en el sitio, allá en mi terreno
se escuchan gritos alegres de
tapiscadotes que con afán cortan,
cortan y cortan, la mazorca de colores,
granitos que brillan al encender
los rayos del sol.
Se llenan los costales,
se llenan las redes,
hay abundancia de cosecha,
hay bendición de Dios.

Llega la mujer con el almuerzo
en canasto gigante sobre
la cabeza con soberbio equilibrio,
nuevamente el grito del tapiscador
se escucha de surco en surco,
hora de comer los deliciosos shepes,
musachiles y lacatamas acompañados


EL BARRILETE

Surca el cielo el barrilete de colores,
tiene formas geométricas distintas,
en lo alto forma un verdadero arco iris.
Arco iris de alegría infantil,
arco iris de colores alegres,
el niño aprecia el vuelo del barrilete
crea imágenes fantásticas e inocentes en su pensamiento puro y limpio.
El adulto emite un suspiro de recuerdo por aquella infancia perdida,
por esa infancia que partió junto con el tiempo.
El viento de octubre los lleva y los trae,
el barrilete, antesala al recuerdo
del ser que se ha ido,
del ser que ha partido.

LA NOCHE

Entrada la noche
los luceros encendidos en el firmamento
brillando con intensidad,
son el anuncio de una noche tranquila,
de una noche de descanso.
El trabajo agotador del día, ha terminado,
la tarea está cumplida,
la noche llama al descanso.
Descanso reparador cargado de paz,
cargado de sueños profundos de tranquilidad.




LA SIEMBRA

Tiempo de siembra,
tiempo de inicio de lluvia,
lluvia que cae como perlas de cristal
a mojar la tierra.

Suena la guitarra y el violín,
son los Ixiles que presentan su rito
a la semilla del maíz.

Maíz, fruto del trabajo del hombre
y la mujer campesina
que con amor y con afán,
siembran cuidan y cultivan.

Inicio de siembra, tiempo de un Sajbichil,
fiesta Maya-Ixil
rito de agradecimiento a Dios
por la semilla... sinónimo de vida.











EL RIO

Quisiera saber cuántos años
tiene el río, sí, el río que baña mi pueblo.
Quisiera saber cuántos años
vivió con agua pura y cristalina.

Lanzo la pregunta?
las aguas sonríen, y dicen:
fueron muchos,. . . . muchos años.

Pero, el tiempo pasó
el hombre creció
y mis aguas contaminó.

Aquí, sigo cansado . . . .
cargando con lo que no se quiere
con lo que no sirve.
¡ A….que tiempos me has hecho recordar, replica
con un suspiro de tristeza! . . . . . y sigue su caminar.




MAYO

Mayo viste de flores
flores de colores,
colores de fiesta
traídos de la floresta.

Mayo viste de mujeres,
mujeres santas y buenas,
de sentimientos alegres,
de sentimientos puros,
amores nobles y sublimes.

Mayo es fiesta,
fiesta encantada,
de mujer adorada,
de mamá soñada.

Mayo es lluvia,
de abrazos, besos,
caricias y regazos.













EL TIEMPO

El tiempo camina al compás de la vida,
la música nos vuelve
al pasado sentimental.

Sentimiento y suspiro
por el mismo tiempo que partió,
sentimiento por la infancia vivida,
por las calles de piedras,
de zacate del pueblo.

Sentimiento por el padre,
la madre ausente, los amigos,
los juegos, la tierra,
las costumbres,

La música sigue sonando
el tiempo pareciera que regresa
las notas y versos indican
el recuerdo de tiempos de juventud,
termina la música,
vuelvo a mi realidad, y estoy más viejo
el tiempo no se detuvo, sólo mi pensamiento.






















LA CAIDA DEL SOL

Ha caído la tarde y con ella el sol,
de madrugada el campesino salió a sembrar,
La semilla calló en tierra fértil
y dio buen fruto.
Ha caído la tarde y con ella el sol,
el campesino, vuelve a casa,
felizmente, el chucho lo recibe moviéndole
la cola.

Ha caído la tarde y con ella el sol,
el campesino vuelve a casa,
su mujer sentada al telar
teje la vistosidad multicolor
del traje que nos identifica ante el mundo.
Ha caído la tarde y con ella el sol,
el campesino vuelve a casa,
tras la troja de maíz
salen corriendo los chirices
que abrazan al papá
que vuelve con el jornal ganado.